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CÓMO USAR LÍQUIDO DE TRANSFERENCIA
Muchas veces nos gustaría decorar con imágenes muy concretas, diseños que no encontramos ni en papeles de arroz ni en servilletas. La solución para este problema, sería usar el líquido de transferencia. Con esta técnica vamos a transferir sólo la tinta y vamos a conseguir una integración impecable.
Es una técnica realmente fácil, y si seguís nuestros consejos, la transferencia os quedará perfecta:
En mi caso, voy a transferir un diseño que me gusta de un papel de scrap, pero tu puedes transferir una foto, una carta, un logo… Lo bueno, es que podemos convertir cualquier imagen, en una especie de papel de arroz para decorar un mueble o cualquier otro soporte.
LÍQUIDO DE TRANSFERENCIA
Con este producto, podemos usar esta técnica sobre cualquier superficie, cristal, tela, madera…
Yo voy a transferir una imagen a un mueble, previamente pintado de blanco. En el caso de que la superficie donde queremos transferir sea de otro color, lo pintaremos previamente de un color clarito para que los colores se vean más intensos.
A la hora de imprimir hay que tener varias cosas en cuenta:
- La imagen hay que imprimirla con una impresora a láser (en cualquier copistería suelen imprimir a láser) con el tamaño deseado y en espejo en el caso que tenga texto.
- También podemos pedir, si es posible, que nos impriman la imagen en un papel con el gramaje más pequeño, es decir, que el papel sea más fino y así será menos tedioso quitar la celulosa.
- Podéis pedir que os suban el tono de los colores, ya que a la hora de transferir perderán un poco la intensidad.
Ya con todo preparado:
Vamos a aplicar el líquido de transferencia, siendo generosos. Lo aplicamos tanto en el soporte como en el papel por la parte de la tinta, lo situamos en la superficie, y enseguida vamos a frotar con un trapo seco y limpio para quitar las burbujas y asegurarnos de que el papel se ha pegado perfectamente.
Una vez bien seco, aconsejo dejar pasar unas 24 horas, vamos a humedecer el típico trapo de microfibra, lo vamos a estrujar todo lo que podamos, y empezamos a humedecer por zonas, poco a poco, e iremos quitando toda la celulosa de forma que mantenemos únicamente la tinta del dibujo. Este es un paso que hay que tomárselo con tranquilidad, hacerlo despacito para evitar que nos llevemos parte del dibujo.
Para terminar, usaremos un barniz para proteger y que desaparezca la poca celulosa que pueda quedar. El barniz puede ser mate, satinado o brillante, admite tanto spray como a brocha.
Espero que te haya gustado este recurso y te saque de apuros. Puedes adquirir el líquido de transferencia, cliqueando aquí, y muchos otros productos y herramientas de manualidades más, en nuestra tienda online.
Aquí tenéis el vídeo donde podéis ver el paso de retirar la celulosa:
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